El arte prodigioso del biógrafo recoge en todo su dramatismo la angustiosa vida del preclaro compositor: los azares de su existencia pobre, sus amores incomprendidos, la implacable enfermedad que, cuando Beethoven contaba con treinta años, se abatió de pronto sobre la noble cabeza del genio. Ludwig enlaza en su estudio las grandes creaciones del músico de Bonn y los sucesos de su agitada vida, cuyas amarguras — superadas por un alma que se cernía como un águila luminosa sobre la contrariedad y el dolor — nos han valido páginas musicales de sublime belleza.
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