El calificativo de pirata, ladrón y forajido en busca de su botín, ha ido cambiando con el paso de los siglos y hoy llamamos pirata a cualquier persona que traspasa los límites de la legalidad, a veces, con cierto matiz romántico.
La cruda realidad nos ha situado ante el verdadero significado de esta palabra, cuando en los últimos tiempos hemos sido testigos del secuestro de barcos mercantes y pesqueros en aguas somalíes. El fenómeno de la piratería, es decir, asaltar y despojar a las personas de sus posesiones después de ultrajarlas e incluso asesinarlas, ha sido recurrente.
Piratas de todos los tiempos nos ayuda a comprender la esencia de la piratería, y su cambiante naturaleza desde los tiempos de griegos y fenicios. Probablemente su lectura hará que nos estremezcamos ante los temibles piratas berberiscos, conozcamos con detalle a los del Caribe y sus fechorías, nos asombremos con los personajes del siglo xviii que izaron la bandera negra de la calavera con las tibias cruzadas y, finalmente, gozemos con las aventuras de corsarios en novelas y películas legendarias que envuelven a la piratería en un halo romántico. Por último, también debemos analizar, en su verdadera dimensión, el alarmante e incontrolado crecimiento de la piratería actual y su asalto a las indefensas Marinas Mercante y Deportiva, en una época en que los mares, en parte y por desgracia, no han dejado de ser reino de piratas.