Pese a ser la nación más pequeña del planeta, el Vaticano es dueño de una colosal riqueza. Sin embargo, su origen no es tan remoto ni transparente como pudiera pensarse. El poder financiero de la Iglesia católica, así como muchos de sus problemas, comenzó en 1929 tras la firma del Tratado de Letrán, por el cual Pío XI, que se enfrentaba a la bancarrota de la Santa Sede, se alió con el gobierno fascista de Mussolini a cambio de sustanciosas concesiones económicas y del establecimiento del Vaticano como Estado soberano. Éste sería el primero de una larga serie de «pactos con el diablo», que se tradujeron en acuerdos tan económicamente sustanciosos como moralmente dudosos con Adolf Hitler, el estado fascista de Croacia o la mismísima mafia siciliana. Biografía no autorizada del Vaticano es una rigurosa y documentada crónica de las finanzas y la política de la Santa Sede que aborda desde la fundación del Banco Vaticano, una poderosísima institución financiera que controla los negocios del Estado en medio mundo, hasta las sospechosas circunstancias que rodearon las muertes de Pío XI y Juan Pablo I o los detalles nunca esclarecidos del atentado contra Juan Pablo II.