La civilización fenicia logró extenderse por toda la cuenca mediterránea gracias a la pericia de sus marineros y sus nuevas técnicas de navegación, y a la incansable actividad de sus colonos y mercaderes. A lo largo de las costas, estas gentes fundaron pequeñas ciudades independientes, desde las que difundieron numerosos elementos de la cultura oriental, hasta que fueron desplazados por los griegos. Este volumen nos introduce en las formas de vida de aquellos fenicios, que, además de grandes navegantes y expertos comerciantes, fueron también guerreros, arquitectos, magníficos artesanos y ceramistas, y a los que la humanidad debe una aportación fundamental: la difusión del alfabeto.