«...Yo he vivido tres o cuatro vidas diferentes: hombre, mujer y siempre en los extremos», confiesa el abate de Choisy. Bajo un barniz frivolo y ligero, el abate describe esa «vida extremosa» en sus memorias, en las que aborda cuestiones tan importantes como la búsqueda de la identidad sexual y la realización del deseo por encima de cualquier prohibición, y cómo el individuo pierde el equilibrio emocional cuando la sociedad se empeña en contrariar inclinaciones tan naturales. Lo que hace a las memorias de Choisy doblemente preciosas es que, si bien otros personajes de su tiempo buscaron transformarse en mujeres -entre ellos el hermano de Luis XIV, Felipe de Orleans- sólo Choisy se atrevió a rasgar el velo secreto y a escribir sobre su asombrosa transformación en madame de Sancy y en la condesa Des Barres. Lo hizo de un modo absolutamente sincero a petición de una virtuosa dama, la señora de Lambert, de la que era consejero espiritual, pero nunca llegó a publicar su confesión e incluso quemó algunos fragmentos. A su muerte, el abate de Langlet-Dufresnoy copió clandestinamente parte de las memorias de Choisy y las imprimió fuera de Francia, donde circularon y se vendieron como mercancía prohibida. En 1862 el escritor y erudito Paul Lacroix hizo una edición fiable y completa que tituló Aventuras del abate de Choisy vestido de mujer, que es la que ofrecemos al público por primera vez en lengua castellana.