Evaristo Valle, uno de los más auténticos y delicados pintores españoles de este siglo, mereció la amistad y el respeto de muchos: Urrobieta Vierge, Bonafoux, Vázquez Díaz, Zuloaga, Cristobal Ruiz, Ortega y Gasset, Gerardo Diego, Modigliani, pero miró y trató el mundo desde la distancia prevenida del que no persigue la fama, ni el reconocimiento, ni el dinero, ni el poder.