Este libro pretende arrinconar, definitivamente, la idea de que la clase mercantil catalana no participó en las nuevas corrientes comerciales ni en la primera colonización del Nuevo Mundo. Por el contrario, demuestra en qué medida los hombres de negocios catalanes se asentaron en la baja Andalucía y Canarias donde, pese a no ser numerosos, destacaron por la habilidad con la que se movieron en aquel nuevo espacio de negociación, y de qué manera aprovecharon las alianzas que entretejieron en las redes mercantiles y políticas andaluzas y canarias para cruzar el océano hacia América, un Nuevo Mundo al que llegaron movidos no solo por motivos estrictamente comerciales sino, también, por el espíritu de exploración y conquista y por la posibilidad de participar en la organización de la primera economía americana.