La conquista de América provocó una catástrofe demográfica de las poblaciones indígenas de enorme gravedad y trascendencia. Tras las atribuciones de la historia (y la propaganda) tradicional europea a la “crueldad” y “rapiña” de los conquistadores españoles, estudios más objetivos apuntaron a la responsabilidad en el proceso de las patologías exportadas al Nuevo Mundo por los europeos. Sin embargo, ninguna de las dos explicaciones daba cuenta, satisfactoriamente, del enorme quebranto y declive poblacional de los indios de América. Como que para indagar las causas y los mecanismos de semejante catástrofe de poco sirven los métodos cuantitativos tradicionales, porque los datos de que disponemos son escasos, a menudo poco fiables y siempre incompletos, el profesor Livi Bacci, uno de los demógrafos más prestigiosos de nuestro tiempo, ha recurrido al estudio de las fuentes originales españolas y a los numerosos testimonios indígenas para ofrecernos una nueva interpretación de los estragos humanos de la conquista, que relaciona el impacto que ésta supuso en las estructuras económicas y sociales –y, por tanto, demográficas- de los indígenas, con las enfermedades “importadas”, pero también con los “modos” de los conquistadores y con la peculiar naturaleza de las sociedades sometidas.