¿Por qué escribir otro libro sobre Frida Kahlo? ¿No se ha dicho acaso todo lo que se tenía que decir? Aunque parezca paradójico, es precisamente esa abundancia de estudios y testimonios sobre la figura de Kahlo lo que ha impulsado a la autora a emprender la escritura de este libro.
La leyenda creada en torno a la biografía de la artista mexicana no ha servido sino para oscurecer el conocimiento de su obra: la mayor parte de los textos sobre Kahlo se limitan a analizar, con delectación morbosa, sus oscuros traumas familiares, su tormentosa relación con el pintor Diego Rivera, su frustrado deseo de ser madre, su trágica lucha con la enfermedad. En el mejor de los casos, su pintura se interpreta como un mero reflejo de sus avatares personales o, incluso, en una suerte de psicoanálisis casero, como un síntoma de sus conflictos y desequilibrios internos. La obra se ha visto radicalmente desplazada por la vida y la pintora irremisiblemente engullida por el mito. Ese tipo de relación simplista entre vida y obra es la que intenta contrarrestar este libro.