Las ocupaciones relacionadas con el mantenimiento de la casa, desde limpiar, fregar o cocinar hasta ir a la compra, no tienen por qué estarles vedadas a los niños, sino que pueden constituir un estupendo terreno de juegos para padres e hijos. Las actividades descritas en este libro enseñan a los niños a colaborar en las tareas domésticas desde muy pequeños, pero además suponen una intensa estimulación lingüística, social, intelectual, física y psíquica. Y por otra parte, permiten a los padres reforzar los vínculos con sus hijos, pues comparten más cosas y aprenden a conocerse mejor, lo que sienta las bases para una feliz convivencia familiar. Este libro ofrece a los padres un sinfín de actividades relacionadas con todas las tareas domésticas, entre las que se incluyen: juegos instructivos en la cocina, hornear unos pastelillos o una pizza, juegos en el supermercado, poner o decorar la mesa, ordenar la casa, juegos con toallas en el cuarto de baño, con las pinzas de la ropa en el lavadero o con sábanas en el dormitorio... Incluye asimismo un importante capítulo, “Entenderse hablando”, que tiene por objeto fomentar el diálogo familiar, que la ajetreada vida actual tiende a relegar: comentar la jornada, juegos de palabras, resolver los problemas...