Últimamente los padres de Martín se comportan de un modo extraño. Tanto que parece que ya no les gusta vivir en su vieja casona y han decidido irse a vivir a Buenos Aires. Enfadado por esta decisión, Martín se esconderá en el desván para evitar tan largo viaje. Al contrario de lo que se esperaba, sus padres no vuelven a por él, sino que unos nuevos inquilinos ocuparán la casa. Tampoco pensaba que Ángela, la hija de los nuevos dueños, le guardara el secreto. Pero pronto los padres de la nueva inquilina empezarán a sospechar de la presencia de alguien en la casa, ¿un fantasma tal vez?