El duendecillo Membrillo enseña a sus vecinos un maravilloso descubrimiento que acaba de encontrar en el jardín, una extraña figurita que creía que le traería suerte. Pero en realidad, como apuntó Piojo Rastrojo, se trataba de un haba con la que deciden poder proclamar a su nuevo rey. Los bichitos hacen correr la voz sobre la gran celebración que se está preparando para que acudan todos. Todos tendrán la posibilidad de convertirse en rey. La reina de las abejas también se prepara para la ocasión pensando que se trata de una fiesta en su honor. Mientras la reina se acicalaba, otros bichitos amasaban en secreto el roscón en el que introducirían el haba. Una vez acomodados todos los invitados a la fiesta, Membrillo corta en porciones el roscón, pero esta acción, que contaba con la ayuda del piojo, contenía una intención secreta. Fue así como Abejorro Modorro se convirtió en el nuevo rey y la Abeja Teresa en la reina bajo la incrédula mirada de la auténtica reina de las abejas. Pero esta nueva situación no duró demasiado porque de forma involuntaria Duendecillo Membrillo restableció el orden anterior. Fue casi como un sueño para Modorro o, ¿sucedió realmente?