En la Selva de la Lluvia no
hay manera de dormir.
"BUUA, BUUUA, BUUUA..." ,
llora bebé elefante. "¡POR
QUÉ LLORAS, CHIQUITÍN?", preguntan uno a uno los animales de la selva,
tratando de calmarlo. Una sencilla historia de buenas noches de Javier
Sobrino, bellamente ilustrada por Emilio Urberuaga, ideal para leer antes de
dormir. Editada en mayúsculas para niños que se inician en la lectura con
este tipo de letra.
Otro nuevo sabor para nuestro puchero matizado por aromas nocturnos que nos
llegan desde la mismísima selva. Dulce tratamiento a un precioso álbum que nos
invita a un acercamiento a la hora de dormir. Un texto con el ritmo y la cadencia
adecuada para su objetivo, acompañado por unas ilustraciones que se dan la mano a
lo largo de la historia de la mejor forma posible. La presentación de los animales
siempre a la derecha clarifica aun si cabe más la inercia de la contada. Desde
nuestro lapiko nos unimos a esa cadena de besos nocturnos que se nos antoja
necesarios antes de conciliar el sueño y que trasmitimos con muchísimo gusto.
Javier Sobrino