Sobre los dinosaurios hay más datos desconocidos que conocidos. Quizá sea por eso que siempre han fascinado a la gente que disfruta dibujando: porque las cosas que no se saben, hay que imaginarlas. Sin embargo, la fantasía tiene un límite, el de los escasos aspectos que se consideran científicamente probados por los hallazgos de huesos de estos admirados o temidos colosos que poblaron nuestro mundo. El autor nos invita a imaginar todo lo demás, inventar teorías, y, sobre todo, disfrutar dando vida, a partir de unos huesos, un papel y un lápiz, a estos seres fascinantes.