Cuando encuentran a stuart Burrage muerto en su casa, parece un caso fácil. La policía no tarda en coger al asesino...
Pero el hijo de Stuart, Kieran, no está tan seguro. Cree que la policía ha cometido un error, un error fatal. Porque la madrastra de Kieran, Rhia, también tiene un motivo y Kieran sospecha que la asesina es ella.
El único problema es que Kieran no puede demostrarlo. Porque Rhia tiene la coartada perfecta...