El cocodrilo es una historia llena de humor, quizás la más divertida que escribió Dostoievski. El desdichado funcionario Ivan Matvéich nos hace reír desde la primera página. Dostoievski utiliza esta increíble historia para reflejar, como solo él sabía hacerlo, la tontería de algunos hombres, su vanidad, su avaricia, y para criticar con gran ironía la burocracia de su querido país. Las ilustraciones de Eugenia Ábalos nos meten del todo en el ambiente ruso de la época.