Diego ha recibido un regalo especial en su cumpleaños: Una musaraña azul, ¡que es mágica e invisible, y que habla! Su nombre es Güika, y aunque con el tiempo se harán grandes amigos, el primer encuentro entre ambos resulta un poco conflictivo, pues la musaraña es un poco entrometida y mandona, y además Diego se pregunta: «¿Para qué la quiero, si sólo yo la veo y no puedo mostrársela a mi pandilla?» Charo, la amiga ciega de su abuela Nana, que es quien se la ha regalado, le dice que todos ellos podrán ver no sólo a Guika, sino a los demás habitantes que están en el campo de las amapolas y que permanecen invisibles, pero para ello deben aprender a abrir los ojos del corazón, que son los únicos que permiten que todo se haga posible, incluso viajar al infinito?
Querido lector, te invitamos a que tú también abras los ojos de tu corazón, y si lo consigues, lograrás conocer una infinidad de seres y realidades que permanecen ocultas para la mayoría de la gente.