Este libro parte de un enfoque revolucionario: el envejecimiento no está previsto por evolución, y, por lo tanto, ninguna ley biológica fundamental prohíbe combatirlo. Es más, según algunos científicos, el envejecimiento se podría «curar».
Morir joven, a los 140 es el relato apasionante que trata en profundidad el descubrimiento de los telómeros, una estructura proteica que protege el extremo de los cromosomas y que tiene un papel importantísimo en el envejecimiento celular. Asimismo, el libro también nos explica los más recientes descubrimientos científicos que demuestran que será posible alargar nuestra vida y luchar contra enfermedades como el cáncer o el Alzheimer, todas ellas ligadas al envejecimiento.
Sin embargo, aumentar la esperanza de vida genera dudas, ¿vale la pena vivir más años, realmente? ¿No significa eso sobrecargar nuestro sistema sanitario, nuestras responsabilidades sociales y subir nuestros impuestos? La respuesta es no, porque a lo que se aspira desde la ciencia es a contribuir a tener una sociedad no de centenarios dependientes, sino de personas cuyo tiempo de vida de juventud sea mayor y se sientan jóvenes a los 70.