Isabel M. Aguilera Bornand
La propuesta central de este libro es observar la producción de la diferencia cultural, la etnicidad y lo mapuche a través del ámbito de la alimentación.
Cuando los cocineros marcan como mapuche alimentos que habían perdido esa marcación o nunca la tuvieron, cuando le otorgan visibilidad a alimentos como el merkén, los piñones, los changles, etc., están incidiendo en lo que públicamente se conoce como mapuche y en su valorización.
La versión de lo mapuche que emana desde los propios sujetos que se reconocen como tal puede ser tan reduccionista como las versiones hegemónicas contrapuestas: terrorista/tradicional o, si queremos, indio proscrito/indio permitido. Se trata de una propuesta de mapuchidad que acentúa la reproducción cultural, es decir, la necesidad de mantenerse fiel a lo que siempre se ha sido para poder seguir existiendo, una propuesta que excluye el cambio. Cuando los proyectos y capacitaciones exigen de los mapuches un determinado hacer que dé cuenta de la tradición y la antigüedad, se hace patente la reproducción como condena y no como posibilidad. Ya sea que los micro-empresarios pongan en acto la tradición como una manera de responder a los requerimientos del Estado o como un intento de actualizar su cultura, lo cierto es que las continuidades parecen tener más valor (económico y moral) que los cambios.
Isabel M. Aguilera Bornand. Doctora en antropología social y cultural (Universidad de Barcelona). Investigadora CONICYT - Centro Interdisciplinario de Estudios de Género de la Universidad de Chile.