En las páginas de este ensayo se mira hacia el siglo xix con conciencia del presente, un presente donde el debate sobre la identidad común cuestiona continuamente el imaginario sobre el que ésta se sustenta, aunque luego en la vida cotidiana sigue funcionando activamente.
El objetivo principal de estas páginas ha sido rastrear y registrar cómo contribuyó lo visual a construir ese imaginario, sin pretender en ningún caso la exhaustividad sino más bien al contrario, tratando de centrarse en aquellos hechos relevantes que permiten conocer los dispositivos, estrategias y mecanismos que contribuyeron activamente a esa creación, aunque algunos de ellos, como las galerías de cera, no habían encontrado hasta ahora su lugar.