'La llave perdida' es una obra inclasificable y exquisita. Con una escritura sencilla y depurada, en la línea de Álvaro Cunqueiro, se limita a contar una historia que son muchas historias. Una narración en la que se reconcilian los opuestos: delicadeza y profunda ironía, realismo y desbordante imaginación, una trama precisa y un continuo perderse por caminos inesperados.
Un historiador, que investiga en las cartas y documentos de sus antepasados para escribir la crónica de su familia, descubre que en ella abundan los seres excéntricos, insólitos y estrafalarios. A medida que avanza en la investigación van apareciendo personajes que no son de su familia pero le hubiera gustado que lo fueran; tampoco puede evitar que su crónica poco a poco se pierda en reflexiones personales y sucesos reales o imaginarios.
La novela es arrastrada por la atracción del misterio y en ese camino encuentra la vida del propio historiador, que abandona la crónica familiar con el propósito de escribir una novela, titulada precisamente La llave perdida, y que nunca llegará a escribir.