Benito Pérez Galdós, creador de una inmensa producción literaria, destaca como uno de los grandes narradores del siglo XIX. Con El audaz, obra primeriza, el autor fusiona la novela histórica y la de costumbres con el empeño patriótico de renovar las letras españolas y difundir en la nación los principios regeneradores de la modernidad liberal.
Aunque Galdós condena el exceso revolucionario, la crítica del caduco Antiguo Régimen es expresada a través de Muriel, el protagonista, un intelectual formado en el pensamiento de la Revolución Francesa que destaca por su energía visionaria, patriotismo sincero y habilidad política. El lema progresista "modernizar sin desorden faccionalista" se explicita mediante la figura de este revolucionario.