Desde el rincón del vallisoletano Hospital de la Resurrección, para pacientes de sífilis, Cipión y Berganza,
perros, y por perros doblemente cínicos, contemplan un pequeño universo de personajes singulares y extravagantes,
costumbres llamativas, ambientes picarescos..., pero también con momentos estilizados, y todo entre la realidad y el
ensueño, por el prodigio de los canes parlantes y el fascinador trasfondo de brujería.