En el Madrid de 1920, Elisa, una joven huérfana de madre y con un padrastro sin escrúpulos, entabla relación con un trompetista de jazz veinte años mayor que ella; un hombre atractivo, virtuoso, pero con un pasado oscuro. Tras un incidente con un policía, la pareja huye a Barcelona, donde disfrutan de una bucólica y pasajera estancia. Empujados por la ola de violencia que asola la capital catalana, logran trasladarse a París, faro de una vieja Europa que sutura con placeres mundanos las heridas de la Gran Guerra. Pero pronto resurge la terrible enfermedad que sufría el trompetista, lo que obliga a ingresarlo en el hospital Salpetriêre. Su momentánea recuperación y su éxito en locales de jazz de clientela libertina harán que ella viva días de desengaño y frustración, que no logra paliar la entrañable relación que mantiene con un joven y humilde pintor de la bohemia.
Rogelio Rodríguez Blanco nos brinda una novela memorable, donde el azar, las circunstancias familiares y sociales en una época marcada por el conflicto bélico que acababa de concluir, el amor, la pérdida de la inocencia, la infidelidad, el dolor sin paliativos, la memoria palpitante, la intriga, la amistad y la irrupción del jazz, que dio sonido a otra forma de vida, conforman una conmovedora historia de ficción que bien pudo ser cierta.