Cuando la Unión Soviética decidió apoyar al gobierno español tras el golpe militar y el inicio de la Guerra Civil, junto a la ayuda material y política, envió a la República a algunos de sus mejores periodistas y escritores, que se encargarían de retratar la contienda. Los reportajes y artículos que enviaban desde España se imprimían en los periódicos de toda la URSS, los cines se llenaban para ver las escenas que sus camarógrafos rodaban en nuestro país. Aquellas miles de páginas e imágenes fueron el primer contacto real, intelectual y emotivo, entre los pueblos de Rusia y las demás repúblicas soviéticas con España.
Las propuestas estéticas y propagandísticas de los corresponsales soviéticos conformaron un rico y original retrato del país y su guerra, y sus crónicas llegaron a sumar, muy probablemente, el mayor volumen de trabajo de cuantas corresponsalías extranjeras hubo en la guerra de España. En su conjunto, todas ellas constituyen una fuente importante para el conocimiento de los hechos, pero un análisis global y detallado puede descifrar, además de su uso puramente informativo, sus valores ideológicos, morales, artísticos y su capacidad para producir arquetipos que habrían de influir durante largo tiempo en la imaginación y los sentimientos de generaciones.
En este libro se analiza cómo los corresponsales soviéticos construyeron un mito de la España Republicana, basado en su heroica lucha contra el fascismo, que ha influido en cientos de millones de lectores durante décadas. En sus crónicas, tres fueron los cauces literarios y descriptivos que canalizaban su labor informativa y que articulaban sus discursos: el uso de la descripción del paisaje como elemento simbólico, explicativo y emocional del trascurso de la guerra y sus consecuencias; la continua referencia a la cultura española y sus valores universales; y la descripción de las mujeres y hombres protagonistas de la guerra como encarnación de todas las luchas justas contra los enemigos de la humanidad.
Siguiendo esta estructura literaria, se reúnen en este volumen los principales reportajes de los cuatro corresponsales soviéticos más destacados por su importancia de cuantos visitaron España: Mijaíl Koltsov, Iliá Ehrenburg, Ovadi Sávich y Román Karmén, traducidos del ruso y comentados ochenta años después de haber sido escritos