n hondo patetismo se conjuga con una ironía a la vez amarga y piadosa en esta historia de una mujer madura que se enamora del joven profesor que frecuenta su casa. Todo parece transformado, como si de pronto retornara lo que había desaparecido para siempre. La lucha entre una férrea voluntad personal y la inflexibilidad del destino, convierte a La engañada en una novela intimista y femenina, en la que las conversaciones entre la protagonista, Rosalie, y su hija, Anna, cobran especial relevancia. Porque, aunque el «cisne negro» se encargará de mostrar la inflexibilidad de un destino consumado, la protagonista, alter ego del ser humano en toda su consciencia, no reniega de la vida ni de la esperanza.
Un relato, a fin de cuentas, que no deja de conmover y que resulta, como toda la obra de Mann, un regalo para quienes gustan de la literatura.