En esta obra la ética se basa en un concepto positivo de la sexualidad, en la dimensión que nos lleva a buscar el placer, el gozo y el bienestar con otras personas. Para ello y para evitar errores, frustraciones y sufrimientos propios o ajenos, se propone la ética basada en la libertad, la dignidad, la justicia, la igualdad y la empatía. No fundamentada en una casuística moral, sino en principios argumentados:
*Ética del consentimiento frente a toda forma de violencia o coerción.
*Ética del placer compartido y el bienestar frente a la instrumentalización y el egoísmo individualista.
*Ética de la igualdad entre hombres y mujeres.
*Ética de la lealtad frente al engaño y la manipulación.
*Ética de la salud frente a las prácticas de riesgo.
*Ética de la diversidad frente al rechazo de las minorías sexuales saludables y los modelos de belleza dominantes.
*Ética de los cuidados en la pareja y con la descendencia.
*Ética de la vinculación y la desvinculación amorosa.
En resumen, una ética de la libertad basada en el uso inteligente de la razón y las emociones, que reconoce que somos seres para el contacto y la vinculación, conscientes de que el placer y el bienestar dependen, en gran medida, de cómo nos relacionamos con los demás. También, una ética aplicada a las relaciones sexuales y amorosas en la pareja o en las relaciones ocasionales, para favorecer el placer y el bienestar personal y de las personas que besamos, abrazamos, acariciamos y queremos.