Tras ellas, Julen Lopetegui es el elegido para suceder a Vicente del Bosque
y el nuevo seleccionador lidera un cambio tranquilo apoyado en los jugadores de su generación, en los campeones con los que triunfó años atrás en las categorías inferiores. Una etapa vertiginosa, intachable sobre el terreno de juego, pero turbulenta fuera de él. Además de guiar con tacto la catarsis generacional, Julen Lopetegui ha sabido manejar despedidas históricas como la de Iker Casillas, restañar heridas como las de David Villa y liderar un equipo sin mando visible, con una Federación Española de Fútbol descabezada por los escándalos de corrupción y sin presidente durante más de un ejercicio.