Han pasado veinte años desde las campañas de acogida de niños refugiados de la guerra de los Balcanes (1991-1995).
Fueron varios los pueblos y ciudades que acogieron niños, y muchas las familias de acogida que cuidaron de ellos, los quisieron, los escolarizaron, participaron de su educación, les enseñaron el idioma y en definitiva compartieron un trocito de vida con ellos.
Ahora Tania Lobato nos muestra qué fue de ellos, en qué se convirtieron unos niños que hoy ya tienen treinta y tantos.
Este libro es una pieza del puzle de la guerra que raras veces se cuenta: la historia de los niños refugiados. Un ejercicio de periodismo de investigación, pero sobretodo de periodismo humano, donde los rostros tienen nombre y apellido. No están todos los que son, pero sí son todos los que están.