Damian Wayne, el cuarto y actual Robin, adquiere más protagonismo que nunca en este volumen, en que se ve obligado a luchar una vez más con la educación que recibió. Recordemos que este muchacho creció rodeado de criminales y, más concretamente, de la Liga de Asesinos, que se encargó de adiestrarlo en las habilidades que hoy exhibe y que, hasta cierto punto, intenta reprimir. Y la influencia de Nadie no le pondrá nada fácil resistirse a ese legado que su padre está intentando que olvide.