Tamiel, princesa y única descendencia del rey de Latos, jamás ha encajado. No encaja en las expectativas de su padre. No se resigna al futuro desdibujado y dependiente de una reina consorte. No es capaz de soportar, aunque quisiera, que otras personas manejen su destino, personas -hombres- a las que no puede ni quiere respetar.
Sí: el espíritu de la menuda Tamiel es demasiado grande para el destino en el que pretenden confinarla. Y así, su terquedad, su resistencia y su empuje acabarán por agrandar los límites de su historia... hasta desgarrarlos. Y la vida de Tamiel se convertirá en muchas vidas diferentes, llenas de intrigas, luchas de poder, amor, felicidad sin límites, pena desgarradora y fidelidad hasta el fin.
Tamiel, la menuda, anodina Tamiel, aún no lo sabe; pero su leyenda -sus leyendas- se contarán durante muchos siglos por toda la tierra conocida, con susurros de temor y reverencia.
Todo eso aguarda a Tamiel, y a quien se atreva a emprender su historia junto a ella.