¡Vamos, despierta! ¡Corre, corre, sal de la cama! ¡Venga, vístete deprisa!... A menudo, vivimos entregados a la prisa, vamos corriendo de un lado para otro sin detenernos a disfrutar del día. Y, muy inteligentemente, los pequeños no acaban de comprender por qué debemos ir corriendo a todas partes. ¿De verdad es necesario salir de casa sin darle un besito al gato? ¿Seguro que no podemos detenernos a recoger una flor del suelo? ¡Corre, corre! es un álbum ilustrado en el que todos podemos vernos reflejados, y que nos invita a vivir un poco más despacio, saboreando los días y, sobre todo, el afecto de los que nos rodean.