¿Por qué respondemos de forma tan poderosa ante las imágenes con las que convivimos en la vida cotidiana? ¿Por qué nos comportamos como si éstas estuviesen vivas, como si tuviesen el poder de influir en nosotros, de exigirnos ciertas cosas, de persuadirnos, de seducirnos o incluso de llevarnos por el mal camino? Según W. J. T. Mitchell, no debemos considerar las imágenes sólo como objetos inertes que transmiten significado, sino como entes animados con deseos, necesidades, anhelos, exigencias e instintos propios. En este volumen, el autor explora este sorprendente planteamiento, poniendo de relieve su innovadora e influyente trayectoria en el ámbito de la teoría de la imagen.