Un exconvicto con dientes afilados como puñales, el Esqueleto Humano, un niño con cola, una contorsionista tatuada, un domador de lagartos gigantes, fantasmas huraños, borrachuzos insomnes y toda clase de pilluelos. Una colección de esperpentos, rarezas y fenómenos de feria que haría sonrojar hasta al mismísimo P. T. Barnum. 8232;En definitiva, un auténtico Circo de Freaks, una barraca de incómodas atracciones secundarias que, en nombre de la decencia, jamás tendrían cabida en las pistas glamurosas de la carpa principal.