Silvestre tiene una vida normal, una familia normal y una afición (casi) normal: colecciona piedras bonitas.
Hasta que un día en el bosque se encuentra una piedrecita con una particularidad: es mágica. Si le pide que deje de llover, la lluvia cesa. Si quiere que vuelva la tormenta, solo tiene que pedirlo. Pero debemos tener cuidado con lo que deseamos, porque las cosas pueden torcerse de repente.
Silvestre descubrirá, gracias a esta aventura, que a veces deseamos cosas excepcionales cuando, en realidad, las hemos tenido siempre delante. Porque estamos rodeados de cosas maravillosas. Y aprender a verlas hace de nuestra vida algo extraordinario.