"Francisco Regueiro: La importancia del demonio" propone un paseo por todos los círculos –infernales– que implica la obra (las obras) del vallisoletano Francisco Regueiro. Páginas, cuentos, ilustraciones en periódicos de provincias y, claro, sobre todo, su cine, esas tragicomedias rabiosas, esas alegorías truncadas que se asoman al alma española. Películas, que como recuerda Álvaro Arroba, remiten a “un hogar sin ventilar, con olor a fritos y a guiso de puchero, pero de madre ajena. La violencia del cine como allanamiento de una casa con las puertas cerradas, y tantos tabúes familiares tirados por el suelo que resulta imposible discernirlos del cante popular y del nacionalcatolicismo franquista, fijados en el aire”. La obra de Regueiro, aquella por la que Víctor Erice, compañero de andanzas juveniles y autor que colabora en esta publicación, siente “una especial devoción”, queda sometida aquí a un fino y fragmentario desmenuzamiento a cargo de especialistas y cinéfilos, comunidad que refleja las afinidades electivas de los editores: Quintín, Manuel Peláez, Víctor J. Vázquez, Daniel Villamediana, Elsa Fernández-Santos, Marcos Uzal y José Luis Torrelavega. El resultado, un sentido homenaje, sin pelos en la lengua, a un cineasta irrepetible que habita la particular soledad de nuestra cumbre, allí con Buñuel, Berlanga o el propio Erice.