Una aldea paleolítica con los mejores talladores de sílex vive ajena a la inminente amenaza del bronce. Un día el lugar es asaltado por un grupo de jinetes pendencieros. Una flecha envenenada está a punto de matar al protagonista de esta historia, un crío sin nombre. Las heridas causadas obligarán a amputarle el brazo derecho, convirtiéndolo en un ser inútil para la comunidad. Ignorado por los suyos, nuestro joven protagonista se aventurará más allá de los límites del poblado y conocerá a Liebre, una mujer solitaria con una hija a su cargo, que pasará a ser el centro de su nueva vida. En sus muchas idas y venidas, el chico narrará lo que ha visto fuera, embelesando a todos con sus fantasías. Él, que ha perdido el don de las piedras, descubrirá en su lugar el don de las palabras.