Decenas de grandes artistas, periodistas, escritores músicos y dibujantes de cómics escriben sobre el fascinante universo de la banda que «acuñó el término ?tecno pop? para demoler la civilización occidental tal y como la conocíamos echando mano de nuestra herramienta favorita: ¡sintetizadores, cajas de ritmos y secuenciadores KORG!» (Julián Hernández). Siguiendo a Devo, The Residents o Kraftwerk, crearon temas que se convirtieron en himnos y odas a un futuro donde las máquinas colaborarían con los humanos o se sucederían encuentros con cíborgs y androides. A veces, entre alguna gran polémica, como la del clásico «Nuclear sí». Fueron un fenómeno insólito en nuestro país, mezclando el futurismo con la tecnoviolencia libertaria. La Historia Secreta del pop ¿Aviador Dro? ¡Sí, por supuesto!