La motivación de la transformación a través de la búsqueda de quienes somos realmente como Hombres, el ansia de ser y sentirnos libres, el derecho a liberarnos de modelos masculinos autoimpuestos y por imposición de otros, el Amor incondicional que surge de una paternidad sin molde, la responsabilidad de no transmitir a nuestros hijos los hechizos malditos de una masculinidad y una paternidad taradas, el profundo dolor de un pasado y un presente masculinos de puños cerrados, tantas veces origen de sufrimientos infringidos, la esperanza de poder ser arte y parte de un mundo nuevo, pleno de igualdad y libre de violencia, con las manos abiertas, tendidas hacia ellas De todas estas fuentes surge la energía inagotable y el arrojo para continuar esta aventura sin final, rumbo al encuentro de la mejor versión de nosotros mismos.