En una economía de mercado, las empresas persiguen los beneficios buscando nuevas formas de hacer las cosas. Para ello, deben participar en dos juegos simultáneamente. Primero, tienen que llevar a cabo innovaciones incrementales para mejorar su competitividad a corto plazo. Estas innovaciones conllevan cambios en los productos en uso para adaptarlos mejor a las necesidades de los mercados: provocan una acumulación creativa, que tiene un efecto preponderante sobre la productividad de los trabajadores y la funcionalidad de los productos. Segundo, deben desarrollar innovaciones radicales para lograr un éxito sostenible. Estas innovaciones se concretan en productos nuevos para el mundo, que causan la destrucción creativa y generan al mismo tiempo nuevos negocios.
Estos nuevos negocios ostentan una superioridad decisiva en el coste o en la calidad del producto y atacan, no ya los márgenes de los beneficios y de la producción de las empresas establecidas, sino a sus cimientos y, por tanto, a su misma existencia. Bajo el capitalismo de libre mercado, incluso las empresas más lucrativas pueden desaparecer si no continúan innovando para evitar ser superadas por sus competidoras.
Lo que se pretende con este libro es que el lector logre entender la dinámica de la innovación. Para ello, en los respectivos capítulos se aborda el concepto y los tipos de innovaciones, la apropiabilidad de los beneficios que generan, los diferentes enfoques para desarrollarlas, las batallas por el diseño dominante en los productos complejos y en los que tienen externalidades de red y, finalmente, las formas organizativas donde florece la innovación, así como el contexto donde están inmersas.
En definitiva, la obra es tanto un libro de texto como un manual de consulta para profesionales de la empresa, que resulta muy útil para conocer los principales aspectos relacionados con la innovación y la I+D.