La escritora australiana tiene sesenta años y un melanoma en fase terminal. Sin sentimentalismos y con grandes dosis de humor, repasa la compleja historia de su familia, hace balance de su vida y, sobre todo, medita abiertamente sobre la experiencia de la propia muerte, ese «monstruo silencioso» que las sociedades occidentales han convertido en un tabú. Una obra de calado filosófico y literario que, como EL AÑO DEL PENSAMIENTO MÁGICO, de Joan Didion, está llamada a convertirse en un clásico del género autobiográfico.