Los beneficios que nos aporta el plástico pueden ser superados por sus inconvenientes cuyo basto desconocemos.
Tan poco conocido como su impacto real es el hecho que existen soluciones para casi todos los problemas que este material nos plantea. Y la buena noticia es que, teniendo en cuenta el papel de catalizador que juega el plástico en nuestra economía, cambiar nuestra relación con él conlleva también un cambio en la forma como se organiza nuestra sociedad.
Este libro analiza qué sabemos y qué no sobre este material, y presenta propuestas sistémicas para rediseñar nuestra relación con él de forma que permita, no solo solucionar la contaminación plástica, sino aprovechar esta transición para construir comunidades más sostenibles, democráticas y resilientes.