Mi nombre es Leonardo, Leonardo da Vinci, y éste es el diario de mi vida. De mi vida tal como la recuerdo hoy, ya anciano.
He tenido amigos y enemigos poderosos, y he vivido en tiempos en que la razón no siempre ha podido vencer a la oscuridad que acompaña al mundo desde su creación. Por eso callé muchas cosas y tuve que disfrazar muchas otras.
Si alguien llega algún día a leer estas páginas descubrirá mis viajes en busca de mis raíces, de aquellos antepasados míos que habitaron en otros tiempos cerca de la montaña mágica de Montserrat. También sabrá quién es la mujer que retraté en mi Gioconda, y quiénes fueron mi amante y mi hijo secreto. Estoy convencido de que éste será un asunto que generará controversia en el futuro.
Aunque tal vez fuera más prudente arrojar este manuscrito al fuego... o esconderlo por los siglos de los siglos. Salvaré mi cuerpo, pero condenaré mi alma. Y con su olvido se perderá el rastro de mi verdadera existencia.
Ya en el siglo XXI, José Luis Espejo, historiador y erudito estudioso de lo oculto, ha podido recuperar el manuscrito perdido de Leonardo. Y ahora, cuando se cumplen exactamente 500 años desde su muerte en 1519, verá la luz por vez primera. Amig@ lector@, disfruta de este privilegio.