La muerte de Jorge Rafael Videla se inscribe en un decenio marcado por el fallecimiento de numerosos criminales de masa. Ésta sigue a las de Slobodan Milosevic, Augusto Pinochet, Saddam Hussein, Osama Bin Laden o Muamar el Gadafi. En todos los casos, las preguntas que abren estas muertes tan singulares son idénticas, aunque se sitúan en contextos diferentes: ¿cuándo y cómo fallecieron esos criminales? ¿Qué hacer con sus restos? ¿Cómo aprehender su herencia, la memoria de su persona y de sus crímenes?
A pesar de su carácter crucial y de su actualidad, estas cuestiones hasta el momento no han suscitado sino pocas obras en el campo de las ciencias jurídicas y sociales. Aun observando un interés renovado en la palabra del verdugo como fuente de información, son raros los estudios que se refieren a su suerte una vez muerto. Esta obra intenta precisamente paliar esa carencia.
Con la reflexión interdisciplinar iniciada aquí dialogan las aportaciones del Derecho, de la Historia, de la Antropología, de la Sociología, de la Literatura y de la Psicología alrededor de tres temáticas principales: las modalidades de la muerte del verdugo, el tratamiento post mortem de su cuerpo y la cuestión de la patrimonialización frente a las exigencias de justicia y reparación. Este volumen pretende entender las cuestiones relacionadas con el deceso de los genocidas, los criminales de guerra, los dictadores, los tiranos o los agentes del terrorismo internacional de los siglos XX y XXI una muerte jamás anodina aun cuando se trate de fallecimiento natural.
Sévane Garibian 10