La no-filosofía suscita más que esbozos, menos que una realización sistemática: un tratado del método. Estos "Principios" presentan sus axiomas fundamentales, sus operaciones y sus objetivos. La no-filosofía no pretende "superar" o "reemplazar" a la filosofía -por lo contrario-, sino solamente suspender la fe filosófica y, asimismo, acompañarla como el saber acompaña a su objeto.