Una vez recuperados, Teru, Seto y el resto de los supervivientes montan al helicóptero para tratar de atravesar la densa nube de polvo que todo lo cubre. Después de un viaje fantasmal, y en medio de un paraje desolado y derruido, serán víctima, una vez más, de los agresivos fenómenos atmosféricos que se han adueñado de Japón. Su lucha vendrá acompañada de la esperanza de llegar a Tokio y, tal vez, reunirse con sus familias.