«El cuento El pequeño Zaches, llamado Zinnober (Berlín, F. Dümmler, 1819) no es sino la realización, libre y sin trabas, de una idea bufonesca. Sin embargo, el autor se quedó no poco sorprendido cuando tropezó con una reseña en la que se analizaban con grave solemnidad esas páginas burlescas, escritas a vuelapluma, sin más pretensión que la de procurar un entretenimiento pasajero, y se especificaba con todo detalle cada una de las fuentes de las que habría bebido el autor. Esto último, por otra parte, fue agradable para él, ya que lo llevó a buscar él mismo esas fuentes y a aumentar sus conocimientos.
Para prevenir cualquier posible malentendido, el editor de estas páginas declara de antemano que, al igual que El pequeño Zaches, La princesa Brambilla no es un libro para personas que lo toman todo en serio y a todo dan importancia. Pero al lector benévolo, que tal vez tenga la disposición y la buena voluntad de olvidar por unas horas las cosas serias y de avenirse al juego impertinente y caprichoso de un duende quizás a veces atrevido en exceso, el editor le pide humildemente que no pierda de vista la base de toda la obra.»
Del prólogo del autor