Teru llega a Japón, que se ha convertido en un simple esqueleto, un paisaje sin vida repleto de ruinas, cadáveres y edificios a punto de derrumbarse. En busca de su familia, se encontrará antes con un grupo de fanáticos adictos al miedo, los “cabeza de cicatriz”. Seto será su leal compañera en el lento descenso por el fin de la civilización conocida hasta ahora: los recuerdos del pasado serán la luz que ilumine el nuevo mundo.