La Tierra ha cambiado. Vivir en ella es duro como el hierro y corrosivo como el óxido. Después de las bombas, los virus, la química, la tragedia y el sinsentido, casi todo desapareció y lo que permaneció… mutó. No hay hierba, ni fruta. No hay vegetación ni herbívoros… no hay compasión ni esperanza, ni paz. Solo hay hambre. Ya nadie está arriba ni abajo de la cadena alimenticia, todos son depredadores armados, peligrosos y hambrientos. ¡Muy hambrientos!