Un libro sobre la pérdida inesperada de un ser querido, y a la vez una novela (gráfica) de formación.
Cuando Simon tenía diecisiete años, recibió una llamada telefónica del hospital: su mejor amigo Kalle había fallecido repentinamente a causa de una meningitis. En el libro, Simon relata como él y Kalle se hicieron amigos, la divertida relación que tenían cuando eran adolescentes y como continuó con su vida tras la muerte del amigo. Es una historia íntima, pero en su narración biográfica el autor nos habla también de aquellas personas que formaron parte de su vida y de la de su mejor amigo. El retrato más impactante es el de la madre de Kalle, Anna, obligada a buscar una forma de sobrevivir a la pérdida de un hijo.